Ohai: David
Galeano Olivera
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Es un 19 de abril más, una “recordación” más
del Día del Indígena Americano
(http://es.wikipedia.org/wiki/D%C3%ADa_del_Aborigen_Americano), como hace quinientos
años. En todas partes se harán unos cuantos actos alusivos. Las autoridades
aprovecharán para dirigir unos discursos oportunistas y lacrimógenos y renovarán
sus eternas promesas jamás cumplidas. En las escuelas se leerán algunos textos
cortitos acerca de los Indígenas, con sus flechas y sus lanzas y la maestra
recordará que “ellos son nuestros hermanos y debemos quererlos” y… ya se habrá
cumplido, una vez más, con la formalidad y ya está. Hasta el año que viene en
que volveremos a repetir lo mismo. De esto no pasamos; mientras tanto los
hermanos Indígenas continuan peor, más indigentes, más degradados, más
marginados y más despreciados.
Canal 4 -
Telefuturo
Los
Indígenas son los olvidados de siempre, los ninguneados, los que están pero no
están, la basura que escondemos bajo la alfombra. En ellos se sintetiza todo
aquello que despreciamos, que nos molesta, que nos produce vergüenza. Son la
parte de nuestro propio ser que no deseamos que aflore, que no queremos mostrar,
que simboliza nuestro lado oscuro, perverso, inhumano.
Durante los últimos quinientos años sufrieron lo indecible pues fueron
asesinados, masacrados, heridos, esclavizados, encadenados, atormentados,
torturados, vendidos, violados, marginados, despreciados, odiados, degradados,
reducidos, denigrados. Hoy, sin sus tierras ancestrales, deambulan en
condiciones infrahumanas por las calles, plazas, veredas, bajo los puentes de
los grandes centros urbanos, bajo el sol y la lluvia, mendigando como parias. Es
fácil ver a los niños y jóvenes Indígenas consumiendo crack, cola de zapatero o
marihuana, o consumiendo alcohol y tabaco o sometiéndose a la prostitución. Que
más les resta conocer y experimentar de las bajezas humanas?, creo que nada pues
todo lo más feo y malo que uno pueda imaginarse, ellos -lastimosamente- ya lo
vivieron en carne propia. Será que si ese niño Indígena hubiera sido el hijo del
presidente de la república andaría en esas condiciones por la vida?, o vos papá
o vos mamá, le hubieras deseado esa clase de “vida” a tu hijo?, estoy seguro que
no. Pero, justamente, la cuestión está allí pues ese niño no es el hijo del
presidente de la república, ni tu hijo ni mi hijo, simplemente es un indígena.
Si hubiera sido hijo del presidente de la república, éste hubiera movido cielo y
tierra para salvar a su hijo de cualquier peligro. No en balde se dice que si el
zapato no te aprieta, no te duele.
Librada
Martínez reducida por los policias el día que los Ava Guarani fueron expulsados
de la Plaza Uruguaya por reclamar un pedazo de tierra y una vida digna (enero de
2012)
Otro conocido dicho, que me gusta mucho, dice
“A una mujer no se le debe pegar ni con el pétalo de una rosa”. Es muy cierto y
muy humano. En realidad, a nadie se le debe pegar ni con el pétalo de una rosa,
ni siquiera a un Indígena por supuesto, pero… está visto que ese dicho es para
los blancos, pues a los indígenas se les pega no solo con el pétalo de una rosa
sino con garrotes. Precisamente, en estos días los medios de comunicación se
hicieron eco de una agresión más que recibió un Indígena, a quien una vecina enojada -que
vive en las proximidades del Indi (Instituto
Nacional del Indígena)- derramó un balde
de agua hervida. Creo que nada puede justificar una acción desalmada
como esa. Si se recomienda que ni con el pétalo de una rosa se debe pegar a una
mujer, entonces, en qué cabeza humana cabe el derramar agua hervida a un
semejante?. A quien derramarle un balde de agua hervida?, a mi madre, no; a mis
hermanos, tampoco; a mi esposa, mucho menos; a mis hijos, por nada del mundo; a
un perro o a un gato, tampoco, es más todos me tratarían de inhumano o bestia si
procediera de esa manera. En síntesis, nadie se merece un balde de agua hervida
salvo... un Indígena. Que enorme y demencial odio se debe tener para derramar
premeditada y alevosamente agua hervida a alguien. Se preguntarán si la persona
-si así se la puede llamar- que hizo eso fue detenida por la policía o si algún
fiscal que se enteró del hecho, actuó de oficio o algún juez o el defensor de
los derechos humanos o el propio presidente de la república hizo algo?. No.
Nadie hizo nada porque se trata de un Indígena. Solo resultó ser una noticia
para algunos medios de comunicación. Nada más. Oparei.
Por otra parte, llama la atención que ningún
candidato a presidente de la república, senador o diputado presentó un -uno
solo- proyecto concreto para los pueblos indígenas, como parte de
su plataforma política; sin embargo, varios de los candidatos no dejaron pasar
la ocasión para sacarse una fotito con algún hermano indígena y luego darle una
amplia difusión. Todos sabemos que eso durará hasta el día de las elecciones
luego todos los candidatos se olvidarán de la foto y, por supuesto, del
Indígena. Unos días antes de las elecciones, varios de estos hermanos Indígenas
serán, como siempre, sorprendidos en su buena fe sobre todo aquellos que tienen
cédula de identidad. Serán arreados y traídos en un camión transportador de
ganado, se los bajará en alguna estancia, se les dará comida y alcohol; se les
mostrará una y mil veces las fotografías de los candidatos a los cuales deberán
votar y el día del sufragio se los llevará hasta los locales de votación y se
los hará votar. Finalmente se les entregará una suma irrisoria y se los llevará
a sus comunidades.
Hasta hace poco estos
hermanos Indígenas vivían en el monte, en su tierra. No olvidemos que en el
monte está la razón de ser de su cosmovisión cultural. Cada árbol, cada animal,
cada curso de agua, cada piedra, cada ave -junto a su Dios- les dan la razón de
vivir en el monte, en armonía y equilibrio con la naturaleza. Hace tiempo que
ellos recorren un largo camino, buscando la plenitud espiritual que les permita
transportarse a la tierra sin mal (yvy
mara’ŷ), sitio sagrado y mágico buscado por ellos, desde que nacen.
Lo buscan hacia donde sale el sol. Ellos son los eternos buscadores de esa
tierra sin mal. Ellos saben que el tránsito por esta tierra no es el final. La
tierra es apenas un sendero que conduce al yvy
mara’ŷ. Precisamente, por lo expuesto, es que esta tierra no tiene
dueño, ni las plantas, ni los animales tienen dueño, ya que no podrán ser
nuestros debido a que nuestro destino no es este mundo sino otro. En esta tierra
nosotros somos simples transeúntes.
Sin embargo, la
urbanización, la propagación de los grandes latifundios; la invasión de sus
tierras por parte de los propios campesinos sin tierra; la moderna excusa del
desarrollo agroindustrial y ganadero, y sobre todo la corrupción que impera en
la tenencia de la tierra en el Paraguay; paulatinamente incidieron en la
expulsión de los hermanos Indígenas de sus ancestrales montes. Como ya lo
mencioné unos párrafos arriba, hoy, desposeídos como están, en lugar de caminar
por el monte buscando aquel soñado yvy
mara’ŷ, deben peregrinar por caminos asfaltados, entre construcciones
de cemento, buscando la atención de las personas que, investidas de autoridad,
pudieran devolverles sus tierras y montes, a fin de vivir en ellos y
desarrollar, de ser posible, su lengua y su cultura. Lastimosamente las
autoridades no los ven, ni los oyen. Es más últimamente la máxima autoridad del
INDI fue sindicado como responsable
directo de la venta de las tierras pertenecientes a los Ayoreos. Concretamente,
la autoridad que debería cuidarlos fue la que los traicionó y los
estafó.
17
Parcialidades Indígenas -según otros 19- sobreviven en condiciones infrahumanas
en el Paraguay y equivalen a unos cien mil últimos Indígenas (casi el 1,3% de la
población total del país). A su vez, la mitad de las 17 parcialidades tienen
menos de mil últimos miembros; siendo el caso más crítico, el de los Chamakoko
que no pasan de 150 últimas personas y que -por consiguiente- están en la línea
de la muerte; en otras palabras, próximos a un brutal
etnocidio.
El ATENEO DE LENGUA Y CULTURA GUARANI sigue
denunciando la situación infrahumana en que sobreviven las comunidades indígenas
del Paraguay; y sobre todo, denunciamos la inacción del Gobierno Paraguayo. El
ATENEO DE LENGUA Y CULTURA GUARANI
también se une a las justas reivindicaciones de los hermanos Indígenas del
Paraguay; solicitando trato digno y justo para ellos, respeto a su identidad; lo
mismo que, reivindicamos tierra, pan, educación y salud para ellos.
19 de
abril de 2013: Día del Indígena Americano… nada que festejar, nada que celebrar,
nada que recordar excepto un Indígena agredido con agua hervida.
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