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Por Fuente: Jacinto Aceri / ENOTPO - Wednesday, Feb. 29, 2012 at 10:16 AM
jacintoaceri@hotmail.com
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BUENOS AIRES: EL PROTOCOLO DE NAGOYA FUE TRADUCIDO A LOS IDIOMAS QOM, AVA GUARANÍ, MAPUCHE Y WICHI.
Después de once días de trabajo intensivo de análisis, reflexiones, intercambio de experiencias, realizados por la comisión de traductores en Buenos Aires, el sábado 25 de febrero culminó la primera parte de este histórico acontecimiento para los pueblos originarios de Argentina como es la traducción del documento internacional denominado Protocolo de Nagoya, que quedó escrito en los idiomas originarios qom, ava guaraní, mapuche y wichi.
El trabajo de traducción fue organizado por la Dirección de Pueblos Originarios y Recursos Naturales (DPOyRN) de la Secretaría de Ambiente y Desarrollo Sustentable de la Nación, en coordinación con el Encuentro Nacional de Organizaciones Territoriales de Pueblos Originarios (ENOTPO) y el Instituto Nacional de Asuntos Indígenas (INAI). El mismo tuvo inicio el día 15 de febrero, con el lanzamiento formal a cargo del Secretario de Ambiente, el Dr. Juan José Mussi, quién en esa oportunidad afirmó: “quienes más conocen al ambiente son los pueblos originarios porque lo viven en la plenitud de su naturaleza”.
El 15 de noviembre de 2011, Argentina se había convertido en el 67o signatario del Protocolo de Nagoya sobre Acceso a los Recursos Genéticos, la Participación Justa y Equitativa en los Beneficios Provenientes de su Utilización en el Convenio sobre la Diversidad Biológica (CDB), por el que se vio la importancia de generar un mecanismo de participación de los pueblos originarios al ser, en la mayoría de los casos, los afectados directos.
La comisión de traductores estuvo compuesta por Gabina Ocampo y Zulma García, de la Organización de Educadores Originarios (Pueblo Qom de la provincia de Formosa); Rebeca Camacho, del Movimiento de la Nación Guaraní Kereimba Iyambae (provincia de Jujuy); Andrea Segundo, de la Organización Ñemboat+ Guasu Tata Ogue Mbae (Pueblo Guaraní de la provincia de Salta); Benito Cumilao y Andrea Álvarez, de la Organización Mapuche-Tehuelche Nor Feleal (provincia de Chubut); y Ángel Suárez, maestro bilingüe del Pueblo Wichi, representante del Consejo de Caciques Wichi de la Ruta 86 y 34 (provincia de Salta). Las cuatro organizaciones forman parte del Encuentro Nacional de Organizaciones Territoriales de Pueblos Originarios (ENOTPO).
Ángel Suárez, en diálogo con el Equipo de Comunicación del ENOTPO se refirió al valor que tiene para el pueblo Wichi la traducción de este documento. “Es un privilegio para mí poder trabajar haciendo traducción en nuestro propio idioma este documento. Con esto, estamos mostrando el valor que nosotros siempre le hemos dado a nuestra cultura. A la medida que voy traduciendo me encuentro con pautas que ponen en evidencia este valor, que nuestros ancestros heredaron, como ser el conocimiento de nuestro territorio.
Por su parte, Benito Cumilao, también manifestó la importancia que tiene para los pueblos originarios y el pueblo mapuche la traducción de este documento internacional. “Es una gran oportunidad para decir, lo que un pueblo siente. Cuando se habla de la biodiversidad se está hablando de nosotros, de nuestros pueblos. Nosotros los mapuches siempre decimos que tenemos un origen y una descendencia desde la biodiversidad. No tenemos una descendencia biológica que no tenga vínculo con la naturaleza como dice el hombre occidental, que tiene otra visión de la vida. El origen de nuestra descendencia es y depende de todo lo que es la biodiversidad, y cada uno de nosotros llevamos un nombre que representa a la biodiversidad. Por eso es importante esto de poder escribir en nuestros propios idiomas sobre la biodiversidad, porque la forma de conectarnos con ese mundo natural es el idioma. Y hoy, los que tenemos la responsabilidad de escribir ese mundo natural en nuestro idioma, es el paso básico para que también la otra sociedad entienda desde qué postura nosotros (los pueblos) estamos hablando cuando nos referimos a la biodiversidad”, manifestó.
Por su parte, Gabina Ocampo, resaltó la apertura que el Estado nacional está realizando en favor de los pueblos originarios al convocar a los propios hermanos originarios para realizar este trabajo de traducción. “Desde algunas instituciones no gubernamentales y organizaciones religiosas, lingüistas, políticos y escritores han traducido varios documentos, pero esta es la primera vez que el Estado trabaja en esta convocatoria teniendo en cuenta a los pueblos originarios que hablamos la lengua materna, para que podamos traducir un documento tan importante como es el Protocolo de Nagoya.
Gabina, manifestó también que el documento, en algunos casos, no se adecua a la cosmovisión de los pueblos, sin embargo es una primera herramienta que puede ser muy importante para todos los pueblos
Origen del Protocolo de Nagoya
El 29 de octubre de 2010 se adoptó en la ciudad japonesa de Nagoya el Protocolo sobre Acceso a los Recursos Genéticos, el cual lleva el nombre de esta ciudad y se espera que entre en vigor en 2012, unos 90 días después de que 50 países lo firmen. Pero ¿qué implica exactamente y qué supone para los países firmantes?
El Protocolo de Nagoya es un acuerdo suplementario a la Convención sobre Diversidad Biológica de 1993. Su nombre completo es el de "Protocolo sobre Acceso a los Recursos Genéticos y Participación Justa y Equitativa en los Beneficios que se Deriven de su Utilización".
Nace a partir de la histórica reivindicación de los países en desarrollo para garantizar el reparto equitativo de los beneficios obtenidos a partir de la explotación de los recursos genéticos en cualquier parte del globo.
El trabajo de traducción fue organizado por la Dirección de Pueblos Originarios y Recursos Naturales (DPOyRN) de la Secretaría de Ambiente y Desarrollo Sustentable de la Nación, en coordinación con el Encuentro Nacional de Organizaciones Territoriales de Pueblos Originarios (ENOTPO) y el Instituto Nacional de Asuntos Indígenas (INAI). El mismo tuvo inicio el día 15 de febrero, con el lanzamiento formal a cargo del Secretario de Ambiente, el Dr. Juan José Mussi, quién en esa oportunidad afirmó: “quienes más conocen al ambiente son los pueblos originarios porque lo viven en la plenitud de su naturaleza”.
El 15 de noviembre de 2011, Argentina se había convertido en el 67o signatario del Protocolo de Nagoya sobre Acceso a los Recursos Genéticos, la Participación Justa y Equitativa en los Beneficios Provenientes de su Utilización en el Convenio sobre la Diversidad Biológica (CDB), por el que se vio la importancia de generar un mecanismo de participación de los pueblos originarios al ser, en la mayoría de los casos, los afectados directos.
La comisión de traductores estuvo compuesta por Gabina Ocampo y Zulma García, de la Organización de Educadores Originarios (Pueblo Qom de la provincia de Formosa); Rebeca Camacho, del Movimiento de la Nación Guaraní Kereimba Iyambae (provincia de Jujuy); Andrea Segundo, de la Organización Ñemboat+ Guasu Tata Ogue Mbae (Pueblo Guaraní de la provincia de Salta); Benito Cumilao y Andrea Álvarez, de la Organización Mapuche-Tehuelche Nor Feleal (provincia de Chubut); y Ángel Suárez, maestro bilingüe del Pueblo Wichi, representante del Consejo de Caciques Wichi de la Ruta 86 y 34 (provincia de Salta). Las cuatro organizaciones forman parte del Encuentro Nacional de Organizaciones Territoriales de Pueblos Originarios (ENOTPO).
Ángel Suárez, en diálogo con el Equipo de Comunicación del ENOTPO se refirió al valor que tiene para el pueblo Wichi la traducción de este documento. “Es un privilegio para mí poder trabajar haciendo traducción en nuestro propio idioma este documento. Con esto, estamos mostrando el valor que nosotros siempre le hemos dado a nuestra cultura. A la medida que voy traduciendo me encuentro con pautas que ponen en evidencia este valor, que nuestros ancestros heredaron, como ser el conocimiento de nuestro territorio.
Por su parte, Benito Cumilao, también manifestó la importancia que tiene para los pueblos originarios y el pueblo mapuche la traducción de este documento internacional. “Es una gran oportunidad para decir, lo que un pueblo siente. Cuando se habla de la biodiversidad se está hablando de nosotros, de nuestros pueblos. Nosotros los mapuches siempre decimos que tenemos un origen y una descendencia desde la biodiversidad. No tenemos una descendencia biológica que no tenga vínculo con la naturaleza como dice el hombre occidental, que tiene otra visión de la vida. El origen de nuestra descendencia es y depende de todo lo que es la biodiversidad, y cada uno de nosotros llevamos un nombre que representa a la biodiversidad. Por eso es importante esto de poder escribir en nuestros propios idiomas sobre la biodiversidad, porque la forma de conectarnos con ese mundo natural es el idioma. Y hoy, los que tenemos la responsabilidad de escribir ese mundo natural en nuestro idioma, es el paso básico para que también la otra sociedad entienda desde qué postura nosotros (los pueblos) estamos hablando cuando nos referimos a la biodiversidad”, manifestó.
Por su parte, Gabina Ocampo, resaltó la apertura que el Estado nacional está realizando en favor de los pueblos originarios al convocar a los propios hermanos originarios para realizar este trabajo de traducción. “Desde algunas instituciones no gubernamentales y organizaciones religiosas, lingüistas, políticos y escritores han traducido varios documentos, pero esta es la primera vez que el Estado trabaja en esta convocatoria teniendo en cuenta a los pueblos originarios que hablamos la lengua materna, para que podamos traducir un documento tan importante como es el Protocolo de Nagoya.
Gabina, manifestó también que el documento, en algunos casos, no se adecua a la cosmovisión de los pueblos, sin embargo es una primera herramienta que puede ser muy importante para todos los pueblos
Origen del Protocolo de Nagoya
El 29 de octubre de 2010 se adoptó en la ciudad japonesa de Nagoya el Protocolo sobre Acceso a los Recursos Genéticos, el cual lleva el nombre de esta ciudad y se espera que entre en vigor en 2012, unos 90 días después de que 50 países lo firmen. Pero ¿qué implica exactamente y qué supone para los países firmantes?
El Protocolo de Nagoya es un acuerdo suplementario a la Convención sobre Diversidad Biológica de 1993. Su nombre completo es el de "Protocolo sobre Acceso a los Recursos Genéticos y Participación Justa y Equitativa en los Beneficios que se Deriven de su Utilización".
Nace a partir de la histórica reivindicación de los países en desarrollo para garantizar el reparto equitativo de los beneficios obtenidos a partir de la explotación de los recursos genéticos en cualquier parte del globo.
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