Por Alberto J. Lapolla 28-11-2010
‘La guerra se la tenemos que hacer del modo que podamos, sino tenemos dinero carne y un pedazo de tabaco no nos has de faltar, cuando se acaben los vestuarios nos vestiremos con las bayetitas que nos trabajen nuestras mujeres y sino andaremos en pelotas como nuestros paisanos los indios. Seamos libres y lo demás no importa nada. (…) La muerte es mejor que ser esclavos de los maturrangos. Compañeros, juremos no dejar las armas de la mano hasta ver la patria enteramente libre o morir con ellas como hombres de coraje. San Martín. Mendoza, 1819.’
Matan a nuestros hermanos originarios
Salta, Río Negro y ahora Formosa muestran que la actitud racista genocida y exterminadora de nuestros pueblos originarios vigente en nuestro país desde hace quinientos años, no ha podido ser erradicada ni siquiera bajo un gobierno nacional y popular, que se caracterizó por no reprimir en ningún momento al conflicto social. Habrá que pensar que para los poderes provinciales, eso funciona si es para los blancos y no para ‘nuestros paisanos los indios’ como llamaba el Libertador San Martín a nuestros hermanos originarios.
El asesinato de un cacique Diaguita en 2009 en Salta, había sido precedido por palabras del folklorista Chaqueño (Del Chaco salteño) Palavecino (Hombre del ex gobernador Romero) quien defendía la apropiación de sus campos sojeros, señalando ‘que ya le habían dado demasiada tierra a los indios, que ahora era tiempo de que se la dieran a los criollos’. Palavecino defendía las miles de hectáreas de soja de su propiedad sembradas en tierras de desmonte robadas a los pueblos originarios. En Río Negro la policía provincial y el gobierno que la manda, en una actitud permanente, se especializan en reprimir, torturar y matar a nuestros hermanos de la etnia mapuche que han logrado recomponer parte de de su hermosa cultura (la del general Perón, por ejemplo) luego del genocidio roquista de 1879. Finalmente, en estos días el gobierno de Formosa uno de los mas corruptos en el manejo de la tierra y los negocios públicos del país, empieza a resolver el conflicto con los hermanos Qom (llamados Tobas, despectivamente por españoles y guaraníes) matando a mansalva a pacíficos hermanos que reclaman por tierras otorgadas legalmente en 1940 y que les pertenecen legítimamente desde hace miles de años. Lo notable, es que de la represión participaron civiles que se dicen dueños de la tierra, los terratenientes Celía, acompañando a la policía provincial al mejor estilo de al AAA o de los grupos de tareas de la dictadura. Grupos que dejaron en Formosa una atroz secuela de muerte y terror. Mientras baleaban a mansalva a los pacíficos hermanos de la comunidad La primavera, (mataron a uno pero hay cuatro más en grave estado y varios hombres, mujeres y ancianas que no se atreven a ir al hospital por temor a ser maltratados, o despreciados… vaya con la provincia del amigo Insfrán), la policía y los terratenientes civiles armados se dedicaban ‘patrióticamente’ a quemar las humildes partencias de nuestros paisanos, al mejor estilo de bandas fascistas llenas de odio racial.
Formosa es famosa por muchas cosas, ninguna parecida al peronismo liberador y emancipador que se dio en otras latitudes. Cuando la Constitución de 1994 (no casualmente la inversa de 1949) transfirió las tierras ‘públicas’ es decir de los pueblos originarias a jurisdicción provincial, se produjeron allí negociados increíbles. Se vendieron lotecitos de 70.000, 80.000 hasta de 300.000 has de monte nativo a senadores provinciales o amigos del poder a 70 u 80 centavos la ha. Se trataba de tierras de monte nativo que serían desmontadas salvajemente para así participar del boom sojero. Está claro que Formosa junto a Chaco, Santiago del Estero, Norte de Córdoba y Salta son las provincias donde el monte nativo ha desaparecido casi completamente, para ser reemplazado por la forrajera cancerígena que alimenta a los cerdos de China y la India. Ya durante le dictadura genocida ésta intentó destruir el Impenetrable (bosque xerofítico que se extendía por Chaco, Formosa, Norte de Santa Fe y Este de Santiago del Estero) ya que según los sabios estrategas de Viola y Galtieri servía solo de ‘refugio subversivo’, fue entonces que entregaron cientos de miles de hectáreas a terratenientes amigos de los militares. Para muestra, uno de esos amigos resultó ser el dirigente radical Ricardo Buraylle, actual Presidente de la Comisión de Agricultura de la Cámara de Diputados de la Nación, gracias a la acción de los compañeros de Proyecto Sur (que por entonces participaban del espejismo de confundir a Biolcatti con Mao Tsé Tung), quien fuera beneficiado por el dictador Roberto Viola con 8000 hectáreas liberadas al accionar subversivo. Pero Buraylle no solo es famoso por haber dicho en medio del conflicto con los sojeros, ‘que si el Congreso aprobaba la resolución 125 había que cerrarlo’, rara expresión de fe democrática para alguien que luego fuera electo diputado nacional y eyectado a la presidencia de una comisión parlamentaria. En Formosa es más conocido por usar mano de obra esclava traída de prepo del Paraguay, o de las comunidades originarias, ‘total para que otra cosa sirven estos indios de mierda...’ En 2005 hubo que entrar con la Gendarmería para rescatar a 150 familias paraguayas esclavizadas por este gran demócrata miembro del partido Centenario, ya que la policía provincial se negaba a actuar contra este socio del poder. Así que la cosa viene de lejos, de muy lejos pero la represión actual se pasó de maduro y exige una respuesta del campo popular y del gobierno nacional. Las oligarquías locales, en complicidad con jueces repugnantes y antidemocráticos que deberían ser expulsados del poder Judicial, se niegan a cumplir con la ley que impide cualquier desalojo de tierras ocupadas por comunidades originarias y de hecho siguen prefiriendo la máxima que supieron acuñar los terratenientes y los genocidas de la generación del ’80: ‘El mejor indio es el indio muerto’. Pero nuestros hermanos no están solos, muchos tenemos mucho que decir y hacer, pero el gobierno nacional debe hacer lo que tiene que hacer y Gildo Insfrán debe seguir el camino de Juárez, Sobisch, Saadi y demás delincuentes provinciales cuya expulsión del poder permitió avances democráticos en sus provincias, tal como lo reclamara el compañero D ‘Elía o la compañera Hebe de Bonafini. El INAI, la Secrertaría de Derechos Humanos de la Nación, el Ministerio de Justicia, el Ministerio de Agricultura, la Corte suprema y el Poder Ejecutivo Nacional, tienen unas cuantas cosas para hacer si es que se quiere de verdad incorporar a nuestros ‘paisanos los indios’ a la nación argentina y no seguir considerándolos como partes del paisaje a ser exterminados. La línea iniciada por Rivadavia, Rosas, Mitre, Sarmiento y Roca (con matanzas posteriores bajo los gobiernos de Quintana, Irigoyen, Alvear, Justo y Perón) de exterminio de nuestros paisanos debe concluir de una vez y para siempre. En su lugar hay que recuperar la línea fundacional de la Patria de Castelli, Belgrano, Moreno y San Martín de construir la nación con nuestros hermanos originarios y no contra ellos. Debemos devolverles tierra, territorios, permitiéndoles desarrollar sus culturas y acabar con el atropello continuo de los terratenientes que desde el fondo de nuestra historia han considerado al indio material de caza, estupro y esclavitud. Hay que recordar, que como dice la tradición Inka, América es India y del Sol…
Desde el primer descubrimiento de estas Américas comenzó la malicia a perseguir a unos hombres que no tuvieron otro delito que haber nacido en unas tierras que la naturaleza enriqueció con opulencia y que prefieren dejar sus pueblos que sujetarse a las opresiones y servicios de sus amos, jueces y curas. Mariano Moreno, 1802
Por Alberto J. Lapolla 28-11-2010
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