lunes, 18 de septiembre de 2017

EL EZQUERSERO - chamame L y M: Jorge Román Gómez El kunumi





EL EZQUERSERO - chamame
L y M: Jorge Román Gómez El kunumi
Acordeón: Desi Martínez

A los 47 años, Ernesto Ezquer Zelaya se despidió para siempre en Santa Tecla, una construcción con pasado jesuítico donde no contrataban a gringos y castigaban a quien persiguiera mujer ajena.

ITUZAINGO
Su paso por la tierra no llegó a superar el medio siglo de vida. Sin embargo, Ernesto Ezquer Zelaya -conocido como “Gato Moro”- logró inscribir su nombre en la historia como estanciero, caudillo liberal, abogado, escritor y agregado cultural en la Embajada Argentina en Paraguay. La mayor parte de sus días transcurrieron a casi 40 kilómetros de Ituzaingó, en la estancia Santa Tecla, que ahora es restaurada por la Municipalidad para abrir otra vez sus puertas, pero esta vez, como un centro cultural.
“Fue un personaje típico de su época, en su caso, un caudillo liberal como también podría haber sido de otro partido. Sus adversarios, los colorados, siempre intentaron denigrarlo pero hay que tener en cuenta que en esos tiempos en Ituzaingó se vivía con mucho olor a pólvora”. Ernesto Ezquer Zelaya. Un hombre que nació el 21 de noviembre de 1904 en la estancia Santa Tecla y falleció en ese mismo lugar que “primero fue una construcción jesuítica -así lo afirma quien fue el último administrador español que tuvo- y luego fue propiedad de los Durand, cuyos herederos precisamente se la vendieron al padre de “Gato Moro”. “Ese sobrenombre tiene más que ver con toda la fantasía que se generó en torno a su figura porque la mayoría lo recuerda por sus actividades en la estancia, pero lo cierto es que fue un hombre con una pluma privilegiada con la que escribió varios libros estupendos como “Poncho Celeste, Vincha Punzó”; “Cartas Correntinas y otras yerbas”; “Payé”. Obras en las que relataba costumbres y leyendas de nuestra gente”, aseveró Miguel López Breard que, por ser su ahijado, frecuentaba la estancia Santa Tecla. “El murió allí, fue velado en la Municipalidad de Ituzaingó y después de un tiempo sus restos descansaron en la capilla Santa Teresita del establecimiento rural pero cuando lo vendieron, lo trasladaron al cementerio San Juan Bautista de la Capital correntina”.
De su partida transcurrieron más de seis décadas pero en la zona su recuerdo aún perdura. Algunos lo hacen destacando su nivel intelectual y otros remarcando otros aspectos de su personalidad, como ser el reglamento que fijó en su estancia Santa Tecla
“Consideramos que Ernesto Ezquer Zelaya fue una persona muy influyente en una época y más allá de que es considerado un personaje, creemos que es importante rescatar diferentes aspectos de su vida”.

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