EL GUARANI Y LA NEUROCIENCIA APLICADA A LA EDUCACIÓN.
(1ra parte)
"Hoy es primordial conocer los mecanismos
del cerebro para construir bases sólidas en la enseñanza del Guarani"
Mbo’ehára Jorge Román Gómez – El kunumi
Regional Ytusaingo Sambyhyhára
Ateneo de Lengua y Cultura Guarani
El cerebro sigue siendo un
gran desconocido, pero hace 30 años aún lo era más.
Los avances en
neurociencias han permitido comprender cómo funciona el cerebro y ver el
importante papel que la curiosidad y la emoción tienen en la adquisición de
nuevos conocimientos. La emoción, los sentimientos, sus mecanismos cerebrales y
su expresión en la conducta son el pilar esencial que los profesionales de la
educación deben conocer para construir las bases sólidas de la enseñanza.
LA NEUROCIENCIA APLICADA A LA EDUCACIÓN, EN
DIEZ CONSEJOS
Facundo Manes, Director de INECO (Instituto de Neurología Cognitiva), sostiene que
“las herramientas utilizadas en el campo de las neurociencias cognitivas nos
ofrecen grandes posibilidades para desarrollar estrategias a implementar en el
área de educación, tales como la detección temprana de niños con necesidades
educativas especiales, el monitoreo y la comparación de distintas modalidades
de enseñanza en el aprendizaje, así como un mayor entendimiento de las
diferencias individuales en el aprendizaje”.
¿Es
posible desarrollar un aprendizaje basado en el cerebro?
Esta es la pregunta que nos
estamos haciendo muchos docentes que indagamos en la posibilidad de unir educación
y neurociencia. Promover una reflexión y revisión teórica, un debate
sobre la práctica y un diálogo como formación horizontal, nos traerán
evidencias de las posibilidades reales que existen de que ello ocurra.
Educación
y neurociencia preparados para entenderse: Neuroeducación.
El docente actual no puede soslayar su acción
investigadora, su papel de investigador en la acción. Una
investigación que nos lleva a reafirmar que hay posibilidades de transformar la
educación. Muchos docentes hemos abandonado el reducto que supone dedicarnos
sólo a la práctica y, acompañados por la tecnología y la red, estamos
explorando y encontrando nichos de investigación y desarrollo que hasta ahora
nos parecía tener vetados.
Este nuevo papel, inserto ya
en el ADN del docente del siglo XXI, supone interrogarnos constantemente, en
ondas expansivas de Investigación-Acción, el cómo y el porqué de las acciones
educativas que hacemos. Y no hacerlos solos sino con la intencionalidad de
convertir las escuelas y los
institutos.
El
docente actual no puede soslayar su acción investigadora
Uno de los conocimientos que
están situándose en primera página de la investigación educativa en el último
decenio es la aplicación y el desarrollo de la Neurociencia, ahora aplicada a
la educación.
Parece que la formación en
neurociencia se ha convertido en una asignatura pendiente y obligatoria en la
preparación de los docentes. Pero seamos objetivos… una formación que sólo
será útil, y una ciencia que vendrá a sumar mejoras, si, y sólo si, somos
capaces de incorporarla a nuestras estrategias docentes. Se trata de
preguntarnos…
¿Es posible aplicar estrategias de aprendizaje que
vayan en consonancia con el funcionamiento del cerebro?
Para ello es necesario que
los docentes incorporemos a nuestra formación, conocimiento sobre algunas de
las denominadas neurociencias ( estructura, función, desarrollo del
cerebro…), para , a través
de ese conocimiento ser capaces de diseñar y aplicar estrategias didácticas que
vayan en consonancia con las mismas y comenzar a desarrollar una
educación basada en el funcionamiento del cerebro. El mayor desconocido, el cerebro
humano.
Los hombres deben saber que
el cerebro es el responsable exclusivo de las alegrías, los placeres, la risa y
la diversión, y de la pena, la aflicción, el desaliento y las lamentaciones. Y
gracias al cerebro, de manera especial, adquirimos sabiduría y conocimientos, y
vemos, oímos y sabemos lo que es repugnante y lo que es bello, lo que es malo y
lo que es bueno, lo que es dulce y lo que es insípido.
Hipócrates
Parece lógico que el
Aprendizaje Basado en el Cerebro (Brain Basic Learning –BBL–) debe constituirse en una disciplina
que busque potenciar la capacidad de aprender –memoria, atención, comprensión- conocimiento
– partiendo de los hallazgos neurocientíficos y apostando por principios
básicos de la didáctica como son la personalización y la diversificación de
estrategias.
También parece claro que
si hay evidencias científicas de que nuestro cerebro cambia en respuesta a las
experiencias, no es opinable que una de las mayores obligaciones de la escuela
sea proporcionar “experiencias ricas” a los alumnos, ya que las mismas pueden,
literalmente, alterar nuestros procesos neuronales.
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