miércoles, 15 de febrero de 2017

EL GUARANI Y LA NEUROCIENCIA APLICADA A LA EDUCACIÓN. (1ra parte)

EL GUARANI Y LA NEUROCIENCIA APLICADA A LA EDUCACIÓN.  (1ra parte)
"Hoy es primordial conocer los mecanismos del cerebro para construir bases sólidas en la enseñanza del Guarani"
Mbo’ehára Jorge Román Gómez – El kunumi
Regional Ytusaingo Sambyhyhára
Ateneo de Lengua y Cultura Guarani

 El cerebro sigue siendo un gran desconocido, pero hace 30 años aún lo era más. 

Los avances en neurociencias han permitido comprender cómo funciona el cerebro y ver el importante papel que la curiosidad y la emoción tienen en la adquisición de nuevos conocimientos. La emoción, los sentimientos, sus mecanismos cerebrales y su expresión en la conducta son el pilar esencial que los profesionales de la educación deben conocer para construir las bases sólidas de la enseñanza. 

LA NEUROCIENCIA APLICADA A LA EDUCACIÓN, EN DIEZ CONSEJOS
Facundo Manes, Director de INECO (Instituto de Neurología Cognitiva), sostiene que “las herramientas utilizadas en el campo de las neurociencias cognitivas nos ofrecen grandes posibilidades para desarrollar estrategias a implementar en el área de educación, tales como la detección temprana de niños con necesidades educativas especiales, el monitoreo y la comparación de distintas modalidades de enseñanza en el aprendizaje, así como un mayor entendimiento de las diferencias individuales en el aprendizaje”.
EDUCACIÓN Y NEUROCIENCIA: ¡PREPARADOS PARA ENTENDERSE!

¿Es posible desarrollar un aprendizaje basado en el cerebro?
Esta es la pregunta que nos estamos haciendo muchos docentes que indagamos en la posibilidad de unir educación y neurociencia. Promover una  reflexión y revisión teórica, un debate sobre la práctica y un diálogo como formación horizontal, nos traerán evidencias de las posibilidades reales que existen de que ello ocurra. 
Educación y neurociencia preparados para entenderse: Neuroeducación.
El docente actual no puede soslayar su acción investigadora, su papel de investigador en la acción. Una investigación que nos lleva a reafirmar que hay posibilidades de transformar la educación. Muchos docentes hemos abandonado el reducto que supone dedicarnos sólo a la práctica y, acompañados por la tecnología y la red, estamos explorando y encontrando nichos de investigación y desarrollo que hasta ahora nos parecía tener vetados.
Este nuevo papel, inserto ya en el ADN del docente del siglo XXI, supone interrogarnos constantemente, en ondas expansivas de Investigación-Acción, el cómo y el porqué de las acciones educativas que hacemos. Y no hacerlos solos sino con la intencionalidad de convertir las escuelas y los institutos.
El docente actual no puede soslayar su acción investigadora
Uno de los conocimientos que están situándose en primera página de la investigación educativa en el último decenio es la aplicación y el desarrollo de la Neurociencia, ahora aplicada a la educación.
Parece que la formación en neurociencia se ha convertido en una asignatura pendiente y obligatoria en la preparación de los docentes. Pero seamos objetivos… una formación que sólo será útil, y una ciencia que vendrá a sumar mejoras, si, y sólo si, somos capaces de incorporarla a nuestras  estrategias docentes. Se trata de preguntarnos…
 ¿Es posible aplicar estrategias de aprendizaje que vayan en consonancia con el funcionamiento del cerebro?
Para ello es necesario que los docentes incorporemos a nuestra formación, conocimiento sobre algunas de las denominadas neurociencias  ( estructura,  función, desarrollo del cerebro…), para , a través de ese conocimiento ser capaces de diseñar y aplicar estrategias didácticas que vayan en consonancia con las mismas y comenzar a desarrollar una educación basada en el funcionamiento del cerebro. El mayor desconocido, el cerebro humano. 

Los hombres deben saber que el cerebro es el responsable exclusivo de las alegrías, los placeres, la risa y la diversión, y de la pena, la aflicción, el desaliento y las lamentaciones. Y gracias al cerebro, de manera especial, adquirimos sabiduría y conocimientos, y vemos, oímos y sabemos lo que es repugnante y lo que es bello, lo que es malo y lo que es bueno, lo que es dulce y lo que es insípido.
Hipócrates
Parece lógico que el Aprendizaje Basado en el Cerebro (Brain Basic Learning –BBL–) debe constituirse en una disciplina que busque potenciar la capacidad de aprender –memoria, atención, comprensión- conocimiento –  partiendo de los hallazgos neurocientíficos y apostando por principios básicos de la didáctica como son la personalización y la diversificación de estrategias.

También parece claro que si hay evidencias científicas de que nuestro cerebro cambia en respuesta a las experiencias, no es opinable que una de las mayores obligaciones de la escuela sea proporcionar “experiencias ricas” a los alumnos, ya que las mismas pueden, literalmente, alterar nuestros procesos neuronales.

No hay comentarios:

Publicar un comentario